Aprende online, CÓMO HACER UNA SOCIEDAD JUSTA 3

Una sociedad es un ?conjunto de personas que mantienen unas vinculos entre sí?. Veamos qué hacen estas personas cuando están juntas. ¿Qué ?vinculos? tienen entre sí? Teniendo en cuenta que las personas están constituidas por el cuerpo, el ente (que es la mente) y el ser, lo único que pueden usar para relacionarse es lo que tienen: el cuerpo la mente y el ser. No hay otra. ¿Por qué se empeñan entonces en convencernos de que las vinculos sociales son ?de producción?? No se puede admitir, porque las vinculos de ?producción? son las vinculos laborales. ¿Las personas somos sólo ?trabajadores?? ¿Se acaba ahí la persona? Eso no se lo cree ni Perry. Pero ellos sí. Si aceptamos esto, un parado no formaría fracción de la sociedad; estaría excluido de la sociedad como pensad el neocapitalismo. Eso es lo que hacen con nosotros. DESTIERRO de ?su sociedad?. La sociedad son ellos ¿Creéis que al neocapitalismo le importamos algo? Lo más gracioso es que fuese Marx el que explicó las vinculos sociales como vinculos de producción. El neocapitalismo lo aprovecha todo. Se podría decir que lo parasita todo; la democracia también. Lo cierto y verdadero es que según está constituido el hombre, sólo puede haber dos tipos de sociedad: 1/ una sociedad de personas en las que todas se relacionan entre sí desde la percepción del ser. Esto da unas vinculos caracterizadas por las cualidades del ser humano: tener principios, identificarse unos con otros como un sólo ser (o identidad), justicia, paz, verdad, igualdad, amistad, amor, dignidad, libertad, espontaneidad, inclusión, colaboración, etc. Por ejemplo, un grupo de buenos amigos, o este mismo movimiento del 15- M. Este es el tipo de vinculos que deseamos para una sociedad justa. 2/ una sociedad dividida en dos grupos de personas; unos que se relacionan desde el  ser, y otros que se relacionan desde el ente mental e ignorando su ser, como si más allá de la mente estuviera el vacío. Este tipo de sociedad se caracteriza por estar en continuos choques y por un diálogo imposible entre ambas. Los que se identifican con el ser tratarán de que la sociedad muestre las características del ser; los que se identifican con la mente tratarán de que la sociedad muestre las características del ente y de sus construcciones mentales. Las de sus ?embolaos? y cuentos que lo explican todo para manipularnos como a ellos mejor les beneficie. La mente sin la guía de la percepción del ser es la mente de una persona desnaturalizada. El que quiera que me diga si ésta no es la anécdota de vuestro planeta. Las características de los que se identifican con su mente son que no siguen los comienzos de su conciencia, sino una moral que hace de falsa conciencia. Y que asimismo esa moral funciona dentro de una concepción del mundo falsa (ideología), porque si desconectas la mente del ser, no puedes conocer el mundo y te lo tienes que inventar; y ya que te lo inventas, te lo inventas provechoso para ti y para tu grupo de poder. ¿No?, por eso presentan sintomas de desnaturalización como: mentalidad jerárquica, soberbia, desigualdad, división, clasificación, etiquetado de personas, mentira, interés, dominación, manipulación, avaricia, doble cara, injusticia, individualismo, egoísmo, etc. El primer tipo de sociedad probable es la que queremos, el segundo tipo de sociedad probable es la que nos estamos comiendo con patatas desde que el mundo es mundo. Queremos una sociedad verdadera de acuerdo a la naturaleza humana. No poseemos por qué soportar una sociedad falsa, contraria a la naturaleza humana. Queremos cambiar esta sociedad. La cambiaremos porque es el ser humano el que está en la calle. ¿Qué poder tiene la mente sobre el ser? Ninguno. El ente mental se inventa como es el mundo y nos lo impone. Creen en ese juego de rol. Peor para ellos, porque podrían relacionarse con nosotros desde el ser. Ellos creen, nosotros conocemos. Si conocemos como son las personas y qué vinculos tienen, conocemos que esto no es una sociedad: es un secuestro. Aunque a algunos les hayan atrapado en sus juegos de rol y tengan el síndrome de Estocolmo. Pero somos muchísimos para expandir la verdad. Para darle a la luz. No dejaremos ni una esquina oscura para que escondan sus embustes Aparte de éstas vinculos felicidades más arriba, hay unas vinculos que sólo pueden darse entre pequeños grupos mientras un rato; pero jamás podrían darse como sociedad. Son vinculos grupales en las que todas las personas se identifican unas horas con su mente (ente); conferencias teóricas, congresos científicos, reuniones de cierto tipo de políticos, cónclaves de financieros, reuniones de miembros de un grupo de poder, etc. Imaginemos un congreso de matemáticos o de físicos, o una reunión del -8. Como sociedad es imposible, porque la mayoría de la gente constituye las vinculos de manera natural desde su ser. Este modelo sólo es hábil para grupos pequeños de entes mientras un escaso de tiempo, pero luego, esos mismas personas se encuentran a un amigo, o bañan y acuestan a su hijo, etc, y  actúan desde el ser. El ser jamás está del todo ausente, inclusive en la peor de las personas, o en el matemático más racional. El que desea ser humano puede serlo. A las personas no les pasa nada, es a su voluntad. ¿Tendrán voluntad de cambiar? Poder pueden, pero lo dudo. La cabra tira al monte y llevan allí un rato largo haciendo el He-Man (¡Yo poseo el poder!) y contando dinero. Nos han escondido la realidad mucho tiempo. Nos han inyectado mentiras. Pero ahora, ya se sabe: ?La realidad os hará libres?, porque la libertad es particular del ser, no la regalan los políticos, ni los filósofos. Es nuestra. La pregunta es ¿con quién te identificas, con tu mente o con tu ser? ¿Me vas a contar creencias que benefician sólo a los comeollas, o me vas a a hablar de una sociedad humana? La sociedad injusta ?existe?, pero no ?es?, no es sociedad porque no es particular del ser humano. Es antinatural. ¿Qué es la lucha social? la que se constituye entre las personas que se identifican con el ser humano, y las que se identifican con su particular mente (ente) sin realizar caso a la percepción del ser. ¿Si los dos grupos luchan, por qué se llama entonces ?lucha social? unicamente a la que hacemos los que nos identificamos con el ser, contra los que se identifican con la mente? Porque su sociedad desnaturalizada dura entretanto dura el engaño. Por eso nos aplastan históricamente y nos manipulan para que hagamos el papel que ellos han escrito para nosotros en el juego de rol. Llevan mucho tiempo haciéndolo, y ya creían que habían ganado la partida. Cuando el ente mental deja de guiarse por los comienzos del ser, se le va la pinza, se obsesiona, se da un chute de soberbia, y se cree que es más que el ser. Pero también sabe que tiene los días contados, que depende de que despertemos, de que conectemos con vuestro ser; entonces caen las embustes y sus butacas de diseño, y se les ve el plumero. Si nos aplastan nos revolvemos. La lucha social tiene una lógica aplastante. ¿Y entonces qué? ¿A dónde irán con sus concepciones del mundo falsas? ¿A quién le contarán que son ellos los elegidos por algún dios, o por la historia? ¿A quién les contarán que son los únicos seres humanos, que son los únicos que poseen inteligencia, que la riqueza les pertenece de manera natural? ¿A quién esclavizarán? ¿A dónde irá su poder y sus paraísos fiscales? Siempre les da por ponerse títulos, por las marcas caras, por inventarse un ?pedigrí?. Se obsesionan por cualquier cosa que los distinga de nosotros. Se empeñan en despreciarnos; yo soy el elegido, yo soy el lider, yo soy el más rico y poderoso del mundo; cosas así. ¿Y todo eso para qué? Es muy sencillo: el que vale no tiene que hacerse valer tanto. El ser humano es más que la mente con la que se identifican; para pensar que valen algo, tienen que rebajarnos a la fuerza más bajo de lo que ellos están. Y digo yo, si desean valer algo, ¿por qué no se identifican con el ser humano? ¡Amigo!... Dinero, dinero, dinero... También se sabe ?Todo esto te daré, si postrándote me adoras?, y es que al fin y al cabo la mente es un diablillo y sabe por dónde enganchar a quien no se da ningún valor.